¿Te imaginas vivir en otro planeta? Aunque parece algo salido de la ciencia ficción, lo cierto es que cada vez estamos más cerca de lograrlo. Después de recorrer 500 millones de kilómetros en siete meses, el rover Perseverance aterrizó en el cráter Jezero, en Marte, el 18 de febrero de 2021. Su misión es buscar evidencia de la existencia de vida microbiana y agua en el planeta rojo. En caso de que se encuentre agua en el subsuelo, ¡estaremos un paso más cerca de empezar nuestra misión por el cosmos! Pero, ¿cómo viviríamos fuera de la Tierra? Súbete a nuestra nave espacial y prepárate para conocer los futuros que las mentes más destacadas han diseñado para la humanidad. 

Algunas colonias marcianas

Por años se pensó que era imposible establecer un asentamiento humano fuera de la Tierra, pues no existe un planeta con una atmósfera que nos proteja de la radiación ni que cuente con la gravedad para facilitar la construcción de una colonia. De hecho, las diferencias gravitacionales obligarían a que gastemos más combustible y exijamos el doble de esfuerzo al personal humano. Sin embargo, siempre existen personas que piensan fuera de los parámetros establecidos y presentan soluciones increíbles. 

Para el caso de la migración interestelar, Gerard O’Neill, físico estadounidense, fue el que comenzó todo a mediados de 1970. Su idea era que viviéramos en un cilindro flotante gigante, no muy lejano de la Tierra. Al interior de nuestro cilíndrico hogar encontraríamos ciudades boscosas, planicies y lagos. Y aunque no fue bien recibida en su momento, esta idea ha motivado a la nueva generación de personas que ven en nuestra migración a otros planetas la solución para sobrevivir a la crisis climática. 

Jeff Bezos se inspiró en el futuro de O’Neill para imaginar una vida fascinante en el espacio exterior: él cree que viviremos en réplicas de ambientes de la Tierra —con todo y la gravedad que conocemos—, flotando en el espacio. Estas réplicas tendrán bosques, climas terrícolas, flora y fauna amigable y albergarán millones de personas. Las nuevas generaciones nacerán en estas colonias y visitarán nuestro planeta en las vacaciones. 

Por su parte, Elon Musk —una de las figuras más destacadas en la explotación espacial— cree que la Tierra será inhabitable en el futuro cercano, por lo que su apuesta para mantener con vida nuestra especie es convertirnos en una civilización espacial y extendernos a todos los planetas que tengan las condiciones para hacerlo. 

El octavo pasajero: la programación

Las exploraciones como las del rover, así como nuestros futuros avances en nuestra expansión por la Vía Láctea son posibles gracias a las supercomputadoras y por supuesto, a la programación. De hecho, la programación ha sido parte central de la exploración espacial y se espera que tenga un papel todavía más relevante en el futuro. Desde Python, pasando por la inteligencia de máquina (machine learning, MA) y hasta la inteligencia artificial (IA), los códigos han permitido que conozcamos más del universo. A continuación te presentamos algunos de los ejemplos más destacados: 

  1. La misión Apolo 11 de la NASA

El 16 de julio de 1969 se lanzó desde Cabo Cañaveral la misión que puso al ser humano en la Luna. Lo anterior fue posible gracias a que Margaret Hamilton creó un código para la misión, Apollo guidance computer, que no solo nos permitió comenzar la exploración espacial, también revolucionó el mundo de la programación, las matemáticas, la ingeniería e hizo que toda una generación soñara con convertirse en astronautas.

  1. Código reusable

La NASA adoptó un enfoque colaborativo en materia de programación y utiliza una plataforma en la que comparte códigos con su equipo. Esta forma de reusar código para trabajos colaborativos ahorra tiempo, crea un flujo de trabajo fluido y agiliza la exploración y las misiones espaciales. 

  1. Un código para educarlos a todos

En fechas recientes ha quedado claro que la programación es parte esencial de la exploración espacial. Por ello, los programas educativos comenzaron a incluir esta disciplina en su currículo: así, ayudan a los futuros científicos a familiarizarse con el aprendizaje de máquina y la IA, conceptos básicos en las misiones espaciales. Esta es la razón por la que Microsoft se alió con la NASA para impartir clases de programación, enfocadas en la exploración espacial. Anteriormente, ambos ofrecieron un curso de Python y otros lenguajes de programación que se utilizan durante las misiones espaciales. 

Estos cursos no solo funcionan como la introducción perfecta a los lenguajes de programación más populares, también presentan los conceptos más novedosos al público interesado —aprendizaje de máquina, inteligencia artificial—, así como las herramientas que usan los profesionales —Visual Studio Code, Python Notebooks— y, por supuesto, son la oportunidad perfecta para que los aspirantes a programadores conozcan el Programa Artemis de la NASA. 

  1. El código en la frontera final 

La humanidad se sorprendió cuando el rover Curiosity usó su brazo robótico para tomarse una selfie en la superficie marciana. La programación es lo que permite que episodios como estos sucedan. Además, ha agilizado tanto el procesamiento de los datos de Marte que ¡prácticamente se publican en automático en el sitio web de la NASA! Definitivamente la programación es algo fuera de este mundo. Y aunque todavía es muy pronto para saber si el futuro de la humanidad está en otro planeta, esta disciplina ha buscado mitigar los efectos del cambio climático en la Tierra. Si tú también quieres ayudarnos a encontrar la solución para sobrevivir al futuro, ¡no lo pienses más y agenda una clase de prueba hoy en BYJU’S FutureSchool!

Traducción: Gilberto Cornejo

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